1. Frescura y nutrición óptimas

Los productos de temporada son cosechados en su momento de maduración natural, lo que garantiza que lleguen a tu mesa con una frescura incomparable. Este proceso también asegura que conserven sus nutrientes en niveles óptimos, brindándote la mejor calidad en cada bocado.

2. Apoyo a la economía local

 Al consumir productos de temporada, estás apoyando directamente a los productores locales y fortaleciendo la economía regional. Este apoyo se traduce en empleo, desarrollo comunitario y una cadena de suministro más sostenible.

3. Variedad y diversidad en la dieta

Cada temporada trae consigo una nueva gama de productos frescos y deliciosos. Consumir alimentos de temporada te permite disfrutar de una dieta variada y equilibrada, explorando sabores únicos y aprovechando al máximo la riqueza natural que cada estación ofrece.

4. Menor impacto ambiental

Al seguir el ciclo natural de los alimentos y evitar el transporte de larga distancia, se reduce la huella ambiental. Consumir localmente también significa menos emisiones de carbono y un impacto más positivo en el medio ambiente.

5. Conexión con la naturaleza

Al consumir productos de temporada, nos conectamos de manera más profunda con el ritmo natural de la tierra. Esto nos brinda una apreciación más grande por los ciclos de la vida y nos invita a respetar y cuidar nuestro entorno.