Al consumir productos de temporada, te beneficias de una dieta más diversa y rica en nutrientes esenciales.
Los alimentos de temporada suelen ser más frescos y locales, lo que significa que han pasado menos tiempo almacenados y conservan más de sus nutrientes originales.
Muchos productos de enero, como las toronjas, están cargados de vitamina C y antioxidantes que fortalecen el sistema inmunológico, ayudándote a combatir enfermedades estacionales.